Círculos de las cosechas: mensajes desde el maíz.

R.G.V.

Pirámide de Sierpinski

 

El de los círculos de las cosechas es uno de esos temas que pocos se atreven a abordar con entereza porque les va el prestigio en ello. Es asumido que no pueden ser de origen “extra-humano” porque, de considerar mínimamente su autenticidad, se nos vendría abajo la inmensa mayoría de principios sobre los que se asienta nuestra realidad. Una de esas evidencias que, de tan obvias para algunos, aterrorizan, por lo que existen multitud de grupos encargados de crear decenas y decenas de fraudes con los que alterar el fenómeno y calmar nuestras conciencias. Aún así, el fenómeno se repite año tras año y cada vez con más complejidad, como si se tratara de un lenguaje que se nos ha ido enseñando poco a poco y que cada vez se atreve a ir un poco más allá en su código. En su día, expusimos lo que los investigadores del caso consideran pruebas inequívocas que habría que tomarse totalmente en serio, como la existencia de radiación, cambios químicos a nivel celular en las plantas afectadas, etc. En este artículo, vamos a seguir el desarrollo de una comunicación cuando menos curiosa según la describe Vicente Fuentes, autor de un libro de reciente publicación, El enigma de los círculos.


Mensaje de Arecibo, 1974.

 

Comienza a finales de la primavera de 1999, con la aparición de dos triángulos de Sierpinski, un elemento fractal, creados a partir de 138 círculos. La fígura en cuestión apareció en un lugar bastante complicado para unos bromistas: la base militar de Chilbolton, asentamiento de un radiotelescopio espacial que formó parte de un peculiar proyecto en 1974: para la inauguración del radiotelescopio de Arecibo, los científicos Carl Sagan y Francis Drake crearon un mensaje en codigo binario para ser lanzado a las estrellas. Chilbolton sirvió de apoyo a Arecibo en colaboración con la NASA. El mensaje tardaría 25.000 años en alcanzar su objetivo, por lo que no dejaba de ser un acto meramente simbólico. Claro que, en realidad, nadie contaba con que tal mensaje pudiera ser interceptado en el camino…

 

Fractal de Chilbolton, 2000

 

En el año 2000, apareció en el mismo lugar otro fractal, esta vez a base de círculos. En 2001, otra vez en el mismo lugar, volvió a aparecer una figura. Y esta vez la cosa se desmadró. Se trataba de una copia del mensaje binario enviado por la NASA en 1974, solo que con unas pocas variaciones. A saber: La primera línea del mensaje de Sagan y Drake era una codificación de los átomos de que consta la vida en la Tierra. A continuación, se detallaba nuestro ADN, así como se describía a la población humana. Finalmente, se describía nuestro Sistema Solar y se reproducía una imagen del radiotelescopio de Arecibo.

 

Mensaje de Chilbolton, 2001.

 

El dibujo recibido en Chilbolton seguía este patrón, pero: incorporaba el silicio a la lista de átomos, añadía más de un millón de nucleótidos al perfil del ADN, cambiaba la figura del ser humano por otra en la que se nos aparece un tipo de enorme cabeza cuya estatura se correspondía con 1´26 metros, el dato de población superaba los diez mil millones, el sistema planetario no era el mismo, y, finalmente, la antena de transmisión se correspondía con el fractal de círculos aparecido en 2000. Como broma, no estaba nada mal… y la repercusión, como siempre, fue nula. Y es que siempre vemos en televisión los dibujos más chapuceros de este fenómeno. ¿Será que, como hemos dicho, nos calma la conciencia?

 

Rotro de Chilbolton y réplica al mensaje de Arecibo, 2001.

 

Ese mismo año, 2001, apareció, también en el área restringida de Chilbolton, una figura de más de 70 metros creada con la técnica de puntillismo y que representaba un rostro.   La cosa fue más allá y, si lo de 2001 uno parecía de chiste para nuestras mentes ordenadas, lo de 2002 no tiene nombre:

 

El "rostro alienígena", la más impresionante figura hasta la fecha, 2002.

 

Analizada por investigadores como Lucy Pringle, Steve Alenxander, Colin Andrews o Jaime Maussán, fue declarada auténtica tras analizar los tallos afectados celularmente, la exactitud del diseño y las técnicas empleadas. Se basaba en una superposición de trazos a partir de puntillismo, interlineado y sombreado que originaban un juego de perspectivas que permitían observar el dibujo desde tres puntos de vista diferentes. ¡Todo ello en un campo de maíz! La perspectiva afectaba a un disco en primer plano, el retrato en segundo plano y el fondo en tercer plano. Pues bien, el círculo, un disco de más de 70 metros de diámetro, es un mensaje en código ASCII, al que ya nos tiene acostumbrado el fenómeno para transcribir mensajes matemáticos, y su transcripción, esta vez, resultó la siguiente:

Beware the bearers of FALSE gifts and their BROKEN promises. Much PAIN, but still time. Believe there is good out there. We opPosed deception. COnduit closing 0×07.

 

Traducido: “Cuidado con los portadores de falsos regalos y promesas rotas. Mucho dolor, pero aún hay tiempo. Creed que hay bien ahí fuera. Nos oponemos al engaño. Conducto cerrándose 0×07″.

 

A partir de 2004 comenzaron a aparecer círculos con referencias a los mayas, a su calendario y a Venus, principal referente para aquel pueblo perdido en la selva centroamericana. Uno de ellos hacía referencia al eclipse de sol del 20 de mayo de 2012. Finalmente, en 2008, apareció una representación de nuestro sistema solar.

 

"Sistema solar", Avebury, 2008

 

Analizando las posiciones de los planetas, la fecha señalada por el círculo no dejaba dudas: 21 de diciembre de 2012. Pero había una incongruencia, pues Plutón no estaba en la posición que le tenía que corresponder en esa fecha, sino en la de 2036. No hace falta que hablemos del primer registro, pero ¿2036? A muchos se nos viene a la cabeza que es el año en que los científicos de la NASA apuntan a la llegada de Apophis, ese asteoroide que promete tenernos en vilo durante un buen tiempo… aunque puede ser el límite de un ciclo temporal o cualquier otra cosa. Las interpretaciones están abiertas. Pero la cosa no quedó ahí. Tres días después, el dibujo de marras cambió:

 

Dibujo completo, Avebury, 2008.

 

Ahora el Sol había aumentado su tamaño hasta la órbita de Venus. Y diferentes símbolos adornaban el campo, entre ellos, a la izquierda de la imagen, lo que los investigadores interpretan como un cometa a raíz del estudio de otros dibujos similares aparecidos en fechas coincidentes con el paso de alguno de estos objetos.

 

Ebook: "El enigma de los círculos", Vicente Fuentes, 2011.

 

En fin, esta no es sino una pequeña historia extraída de unos campos de maíz en el sur de Inglaterra. Haberlas, hay decenas, cientos de historias más por interpretar, pero ya sabemos que no son cosas serias. Abrir la mente a ello puede provocar malestar general, dolores de cabeza, sequedad bucal, mareos, insomnio, confusión mental, insuficiencia respiratoria… Y, como efectos demostrados, pérdida de prestigio profesional, abandono, burla, humillación, descrédito y otra serie de consecuencias que hacen altamente recomendable permanecer alejados del fenómeno y atentos al televisor. Como mucho, sólo se verán ejemplos de fraude.

 

–Para saber más:

Espacio en blanco, RNE, “Mensajes de los círculos”, entrevista a Vicente Fuentes (10/07/2011):

 

http://www.amanecer2012.com/historia/mayas/circulos-de-las-cosechas-mensajes-desde-el-maiz/